Si seguimos la imagen podemos ver que:
- El problema por el que consultan los pacientes tendía un comportamiento bifronte. Es decir que se manifestaría como un problema superficial, pero respondería a problemas de tipo estructurales.
- Dichos problemas estructurales estarían asociados a fallas en la red primaria de apego.
- Por estas fallas en la impronta relacional los consultantes habrían ocupado lugares periféricos en la familia.
- La periferia estaría condicionada a posiciones o roles de complementariedad inferior de tipo disfuncional constituidos por los vínculos de apego más significativos (ej, padre que abusa de su hija, madre que utiliza a su hija para obtener dinero)
- Lo anterior les habría involucrado (atrapado) en situaciones condenables moralmente. Esta situación habría impactado de modo dispar en la autoestima, la autoimagen y el autoconcepto.
- Dado que el rol asignado suele exigir tareas que están por encima de lo esperado para sus funciones de rol, el niño/ adolescente habría desarrollado elevado autoconcepto (en la forma de parentalización, por ejemplo) y escasas autoimagen y autoestima.
- Las emociones negativas asociadas a los eventos en que serían involucrados habrían sido desconfirmadas por los adultos del sistema (ej., “vos tenes que sentirte bien y sacarle todo lo que puedas, vos no tenes nada que ver, no te metas”). Con la consiguiente inseguridad en relación a sus propias emociones y al lugar que ocupan en el sistema familiar (condicionado por su colaboración).
- Las fallas familiares habrían impedido el proceso normal de individuación y la construcción de parámetros normativos flexibles.
- Por la dificultad en la construcción de parámetros normativos flexibles los sujetos buscarían referencias solo en las normas sociales.
- Sin parámetros de referencia para triangular y ajustar, dichas normas se configurarían en Juicio Social. Desde este lugar se juzgarían las conductas (propias y ajenas) en términos morales.
- Desde el qué dirán las personas a priori se sentirían juzgadas y en desventaja, por lo tanto, tendrían que tratar de ser alguien.
- Para ser alguien (y tener/ recuperar algún lugar de centralidad en el sistema) tendrían que esforzarse mucho. Por lo que las personas serían autoexigentes y perfeccionistas.
- Esto provocaría ansiedad (porque los logros serían siempre transitorios, en lugar de la autoimagen negativa que sería permanente) y angustia (cuando no se alcanza lo esperado, confirmando la falla) e impotencia (porque no hay nada que se pueda hacer para salir la trampa relacional) entre otros.
- Mediante el juicio personal negativo las personas harían de sí mismas cuando fallan se auto invalidarían (sintiendo culpa y vergüenza).
- Por lo que los sujetos tenderían a aislarse y alejarse del entorno (sintiendo culpa y vergüenza por no poder)
- Lo anterior los llevaría a la falta de adherencia o al incumplimiento terapéutico
- Para luego volver a iniciar el circuito.
En cuanto a los objetivos propuestos en este trabajo podemos concluir lo siguiente:
En lo concerniente al objetivo A, que pretende describir características generales y específicas de los reportes, se advierte que el mismo aportaría un panorama más completo de todos los aspectos que hacen al problema de consulta, favoreciendo un abordaje más eficiente del mismo. Este recurso daría cuenta de las particularidades que hacen al problema superficial, mientras que ofrece pistas sobre la incidencia que tendría en mismo en el mantenimiento del problema estructural. En cuanto a las características específicas se destaca: a) que ofrece una aproximación comprensiva al problema de consulta, b) que mediante el trabajo colaborativo paciente- terapeuta se estimula la agencia personal del paciente, c) que favorece, desde un enfoque descentrado y objetivado del problema, la participación de referentes (reportantes) que puedan identificar experiencias extraordinarias, y d) que ofrece la posibilidad de fortalecer y afianzar redes existentes, así como la de crear nuevas redes vinculares más funcionales.
En cuanto al objetivo B, que se propone analizar la contribución del instrumento en relación al problema de consulta, se puede concluir que este recurso permitiría un análisis funcional de la conducta y eventualmente podría derivar en una técnica a ser utilizada como estrategia desde el abordaje sistémico.
En lo referente al objetivo C, que pretende estimar los alcances y limitaciones del instrumento, se considera importante destacar que es prioritario atender a la demanda inicial del paciente, dejando el recurso como una estrategia de profundización terapéutica y/o como un recurso que podría ser útil sólo si las circunstancias del paciente y el entorno lo posibilitan. Se sugiere además que el terapeuta que emplee este recurso posea experiencia en el manejo de la entrevista clínica. Por último, se destaca el valor de anticiparse a las conductas que se desprenden de la ambivalencia que le suscita al paciente la eventual resolución de su problema
Por último, en cuanto a lo indagado en el objetivo D, orientado a precisar aspectos que puedan enriquecer el uso del instrumento, podemos concluir que sería de utilidad modificar el instrumento de modo que pueda recoger y afianzar de manera selectiva sólo (o en su mayor parte) experiencias extraordinarias, fortaleciendo la construcción identitaria dinámica que propone el modelo narrativo. También se considera relevante la posibilidad de incluir interrogantes que propicien la distinción entre problemas estructurales y superficiales.
Adicionalmente se considera importante destacar que este instrumento facilitaría la percepción de la diferencia necesaria para activar el proceso de cambio terapéutico. En esta dirección se destacan por lo menos cuatro cambios de tipo correctivo: a) el paciente pasaría de ocupar un lugar de tipo complementario inferior periférico a ubicarse en uno complementario superior central, b) el lugar central que ocupaba el problema en el mapa terapéutico, sería ocupado por la persona, c) paciente y terapeuta gestarían mediante un trabajo colaborativo un nuevo entorno relacional a partir de personas significativas elegidas por el paciente, y d) se promovería mayor flexibilidad cognitiva mediante la consolidación de marcos normativos referenciales más funcionales.
Antes de finalizar este trabajo, vale la pena recordar que el uso de este recurso estaría condicionado a las oportunidades y posibilidades que se den dentro del espacio terapéutico.
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